Los procedimientos más corrientes consisten en una escritura de OBRA NUEVA o de OBRA VIEJA:
*OBRA NUEVA.-Las casas unifamiliares terminadas se declaran y registran acompañando a la escritura: 1) la Licencia municipal (no caducada), 2) certificación de arquitecto/técnico con geocoordenadas de los vértices (de que se acabó la construcción conforme a la licencia), y 3), CD del Libro del Edificio. Si el edificio es plurifamiliar, hace falta además un Seguro Decenal.
**OBRA VIEJA.-Para casas de cierta antigüedad existe este procedimiento sencillísimo, que consiste en «dejar trabajar al notario». Se trata acreditar que han prescrito las posibles sanciones urbanísticas, es decir, que han transcurrido mas de seis años desde la terminación, la cual basta acreditar con la certificación catastral que obtiene directamente el notario accediendo a la base de datos del Catastro y en donde ya figuran las obligatorias «georreferencias de los vértices». En dicha certificación, apartado «año», aparece lo pertinente. No hace falta Libro del Edificio ni nada más.
Si la descripción catastral no se ajusta a la realidad, puede recurrirse a un arquitecto/técnico que por su conocimiento del inmueble certifique la descripción y medidas, la antigüedad (+6 años) y las geocoordenadas.
La parte desagradable es el impuesto: La declaración de edificios tributa por Actos Jurídicos Documentados (el famoso impuesto de las hipotecas). En Galicia, al 1,5%; en Castilla la Mancha, al 1,25% (el notario comprobará si hay deducciones o exenciones). La base es el valor que la autonomía atribuya a la propiedad y que suelen publicar en internet; con frecuencia es un multiplicador del catastral: por ejemplo, valor catastral multiplicado por 2,2 (en A Coruña).
HOY EN DERECHO DE GALICIA: EL PACTO DE MEJORA ES LEGADO (Click).